El cielo ajeno,

sirve de lienzo al viento que pinta,

con las nubes,

un paisaje bello y armonioso.

Por unos instantes

quito la mirada del suelo lleno de basura.

¿ Dónde han ido los viejos ideales

que hacían creer que era posible

cualquier cambio o mejora?.

Solo miramos nuestro ombligo

sin ver que somos eslabones

que se sueltan y acaba nuestra historia

¡Que pena de sociedad hemos forjado!

Ahora ya no hallamos el modo

de apagar el incendio

y el mundo en una pira funeraria

pronto será ceniza.

Milagros Morales García